miércoles, 1 de mayo de 2013

"Let me be your HERO" - Capítulo 11.

Miércoles, 8 de febrero de 2012


Pasamos todo el día de ayer con mi madre y mis hermanas, fue un día genial. Aunque había estado con ellas en Navidad se me seguía haciendo un poco difícil estar separado de ellas. En cuanto nos levantamos recogimos las cosas de la casa de Dana, guardamos la ropa en la maleta y las metimos en el coche de mi hermana. Fuimos a dar una última vuelta por el pueblo antes de volvernos a Londres. Caminando sin rumbo llegamos al parque donde solíamos pasar las tardes de verano. Nos sentamos en un banco y pasamos allí el rato hablando, hasta que fue la hora de irnos al aeropuerto. Nos despedimos de mi familia y volvimos a Londres. Dana y yo quedamos a la mañana siguiente en que la iba a buscar y emprenderíamos nuestro viaje.



Dos meses más tarde...

Lunes, 9 de abril de de 2012

Habíamos pasado dos meses increíbles, cada día fue mejor que el anterior. Dana me demostraba todos lo días que de verdad le importaba, y que pasara lo que pasara durante el tour lo único que quería era disfrutar de los dos meses juntos viajando por Europa. Aun así yo seguía teniendo miedo, porque es difícil llevar una relación a distancia. Serían solo unas semanas, después tendríamos casi un mes de descanso y otra vez el tour hasta acabarlo el uno de julio en Estados Unidos. Al día siguiente teníamos ensayo, y el miércoles nos íbamos a Australia.

Nada más dejar la caravana en el garaje de la empresa donde lo habíamos alquilado, Dana y yo fuimos a comer con Alex, los chicos y las amigas de Dana que querían saber todo sobre nuestro viaje. Estuvimos comiendo en el restaurante del amigo de Alex, que ya era habitual que fuéramos. En nuestra ausencia los chicos había ido varias veces, así que ya les conocían.

Estuvimos hablando de nuestro viaje y les dimos a cada uno los regalos que habíamos traído. Para Niall y Alex habíamos traído púas de guitarra de todos los países en los que habíamos estado. A las amigas de Dana les habíamos traído unas banderas pequeñas de cada uno de los países; y decidieron que iba a hacerse una colcha con todas las banderas, que irían haciendo más grande según fuesen visitando distintos países. Y a los demás chicos les trajimos algunas camisetas. Dana y yo habíamos comprado lo mismo para nosotros y algún recuerdo más, como postales que meteríamos en una caja.

Después de comer fuimos a dejar los regalos a casa y salimos a dar una vuelta todos juntos. Alex estaba muy cariñoso con Dana, se notaba que la había echado mucho de menos. Iban abrazados la mayoría del tiempo, y me gustaba ver que se llevaban tan bien. Harry y Kristine, y Louis y Amie iban de la mano. Algo había pasado durante aquellos dos meses, pero ya me contaría Louis más tarde. Yo iba hablando con Niall, Zayn, Noelle y Carol de lo que había ocurrido en los dos meses que habíamos estado fuera.

-Bueno... y luego está lo de Amie y Louis -comenzó a decir Zayn.
-¿Qué ha pasado? Cuenta cuenta -dije curioso.
-Pues que hace un par de semanas Louis le organizó una escapada romántica a la playa y se le declaró.
-¡Qué bonito! Me alegro mucho por ellos. ¿Y qué tal van Harry y Kris?
-Muy bien -dijo Noelle- Yo creo que Kris está volviendo a creer en el amor.
-Ya era hora -dijo Carol- Llevan dos meses juntos.
-Pues sí, ya era hora.


Cuando se hizo de noche Louis y Harry acompañaron a sus respectivas novias, Niall a Noelle y Zayn a Carol. Yo acompañé a Alex y a Dana a su casa, y Dana me suplicó que me quedara a dormir.

-Por favor Liam, que llevo dos meses durmiendo contigo y ahora me voy a sentir sola. Además, que os vais pasado mañana. Quiero pasar las dos últimas noches contigo. Por favor -me dijo poniendo cara de cachorrito.
-Vale, venga me quedo. Pero mañana te vienes tu a casa que tenemos que salir temprano.
-Trato hecho.

Cenamos los tres juntos y después vimos una película. Cuando acabó ya era tarde así que nos fuimos a la cama. Dana sacó el pijama que tenía para cuando me quedaba a dormir en su casa. Nos pusimos y nos acurrucamos los dos en la cama.

-Gracias por los dos meses más increíbles de mi vida Liam.
-Gracias a ti por haberme dicho que sí aquel día.
-No sé como voy a poder estar sin verte hasta que acabéis la gira, se me va a hacer eterno. Me tendré que buscar otro hobbie, o igual voy a echar el curriculum a alguna tienda de música. Sí, creo que eso haré. Así traigo un poco de dinero a casa y ayudo a Alex a pagar las facturas.
-Pues me parece genial cariño, seguro que con tu experiencia te contratan en cualquier sitio.
-Gracias por los ánimos amor.
-Bueno, ahora a dormir, que es tarde -dije abrazándola y dándole un beso-Buenas noches princesa.
-Buenas noches cariño.

Dana se durmió enseguida. Al día siguiente tenía que levantarme pronto para ir al ensayo, así que tampoco tardé mucho en cerrar los ojos y dormirme.






Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que publiqué un capítulo, y también sé que este capítulo es un poco soso, pero es lo único que he podido hacer hasta ahora. No han sido los mejores cuatro meses de mi vida, y he pasado por muchas cosas en poco tiempo. Perdí la ilusión, las ganas de creer en el amor... muchas cosas, pero no perdí la esperanza de volver a ser quien era. Y aquí estoy otra vez, después de un largo camino, intentando volver a ser quien era, quien de verdad soy. Está siendo muy difícil, pero poco a poco lo estoy logrando, todo gracias a mis amigos y amigas, gracias.
No sé con qué frecuencia voy a publicar más capítulos, solo sé que mientras sepa que alguien lee esta historia haré el esfuerzo de seguir escribiendo, y recuperaré la ilusión que perdí. Gracias a todos los lectores de esta historia por estar ahí a pesar de todo. Love you all.

viernes, 4 de enero de 2013

"Let me be your HERO" - Capítulo 10.


-Liam, eres la persona a la que más quiero en el mundo y nunca había estado tan segura de algo como en este momento. Sé que sonará un poco cursi viniendo de mí, porque sabes que yo no suelo ser así, pero es que tú me haces ser así, y todas esas mariposas que siento en el estómago cada vez que me besas... Si con alguien quiero compartir este momento tan especial quiero que sea contigo, porque nunca he querido a nadie como a ti.
-No te puedes imaginar cuanto te quiero Dana Goot.
-Y yo a ti Liam Payne.

Tras eso volvimos a fundirnos en un apasionado beso. Liam no paraba de besarme y de susurrarme al oído que me quería, y no conocía esa faceta suya, pero me estaba empezando a gustar. Tiré del cuello de su camisa sin dejar de besarle para que subiéramos las escaleras. Una vez llegamos al cuarto me miró con esos ojos por los que mis piernas flaqueaban, pero esta vez había algo distinto en ellos, estaban más cargados de amor si era posible. Poco a poco fui desatando cada uno de los botones de su camisa, depositando besos por todo su abdomen hasta llegar a su ombligo. Notaba como se endurecían sus abdominales. Estaba sorprendido, él tampoco conocía esa faceta mía. Me levantó con delicadeza y desató la cremallera de mi vestido. Fue dejando un rastro de besos por mi hombro y mi cuello, llegando otra vez a mis labios. Mi vestido calló, y me quedé el ropa interior. Mi acto reflejo fue taparme un poco, pero Liam retiró mis manos con delicadeza. Se desabrochó los pantalones y se los quitó, para que quedáramos en igualdad de condiciones. Estábamos mirándonos el uno al otro, en aquella habitación donde yo pasaba los veranos, ambos medio desnudos y con la luz de la luna reflejándose en nuestros cuerpos.

-¿De verdad estás segura? -dijo Liam aún con tono tímido.

-Totalmente -dije acercándome a él y abrazándole.

Él me agarró de la cintura y yo enredé mis piernas alrededor de su torso. Nos miramos, sonreímos y volvimos a besarnos. Muy despacio fuimos tendiéndonos en la cama. Me deshice con rapidez de los calzoncillos de Liam, pero él mantuvo una breve pelea con el cierre de mi sujetador, a lo que yo reí. Después se deshizo de la única prenda que nos separaba. Me besó como si no hubiera un mañana y nuestras lenguas se enzarzaron en una incesante pelea. Yo iba repartiendo caricias por la espalda de Liam mientras él pasaba sus manos por cada uno de los recovecos de mi piel. Se puso encima de mí y nuestros sexos se rozaron, lo que me provocó un escalofrío. Nuestras bocas se separaron para coger aire, y yo me incliné hacia la mesita de noche para buscar la protección que había dejado allí antes. Lo cogió y se lo puso. Entonces volvió a besarme con dulzura, pero luego fue aumentando de intensidad. Posó sus labios sobre mi oreja y me susurró lo mucho que me quería, a lo que yo respondí buscando sus labios con deseo. Sin dejar de besarnos nos hicimos uno. Al principio salió de mí garganta un pequeño gemido de dolor, Liam me miró preocupado y yo le dije que estaba bien. Empezó a moverse muy despacio y nuestros labios volvieron a chocar, ahogando los gemidos de placer que ambos producíamos. Poco a poco el ritmo fue aumentando y un sin fin de sensaciones que no había sentido nunca afloraron. Cambiamos las posiciones mientras yo no paraba de susurrar su nombre entre besos y jadeos. Nuestras respiraciones iban a mil por hora y estábamos a punto de llegar al éxtasis total y absoluto. De repente nuestros cuerpos sufrieron una fuerte sacudida, que vino con un gemido por parte de ambos. Liam, sudoroso, abrió los ojos y me miró con una ternura indescriptible. Me tendí a su lado en la cama apoyando mi cabeza en su pecho como solía hacer. Volvió a besarme, pero esta vez con más calma. Tiró de la manta para tapar nuestros cuerpos desnudos y tras decirle lo mucho que le quería, caí en un profundo sueño, al que dudo mucho que él tardase en acompañarme.



Martes, 7 de febrero de 2012

Narra Liam

Me desperté con un rayo de sol que entraba por la ventana y daba directamente en mi cara. Me giré y allí estaba la mujer más preciosa que jamás había podido contemplar. Su cuerpo estaba tapado por las mantas, pero aún así seguía siendo perfecta para mí. Todavía no podía creerme lo que había pasado la noche anterior, fue más increíble de lo que había podido imaginar. Llevaba mucho tiempo deseándola de aquella manera, pero no iba a hacer nada hasta que ella no quisiera. Y que ayer me trajera a donde empezó todo, se pusiera un vestido e hiciera la cena lo hacían más especial todavía. Me acerqué a ella, la abracé y empecé a darle pequeños besos. En seguida se volteó hacia mí, todavía con los ojos cerrados y poniendo morritos. Le di un beso, y ella abrió los ojos.

-Buenos días -dijo levantando los brazos para desperezarse. Cuando se dio cuenta de que estaba desnuda volvió a taparse con la sábana.
-¿En serio? -le dije riéndome.
-Ay Liam, déjame -dijo dándome un pequeño golpe.
-¡Eh, no me pegues!
-¿Qué me vas a hacer?
-Comerte.
-¿Sí?
-A besos -dije dándole un beso.
-Si es así me vale.
-Pues ahora no quiero -dije haciéndome el enfadado y metiéndome en el baño.

Cogí una toalla y me duché en cinco minutos, bajé abajo a buscar mi ropa, y al pasar por el cuarto de Dana vi que seguía en la cama. Aproveché la oportunidad y nada más vestirme hice zumo y tostadas para los dos, y se lo subí a la cama. Toqué la puerta para que supiera que llegaba, pero no movió ni un músculo. 

-¿Así que me ignoras eh? Pues me vuelvo a la cocina con el desayuno.
-¡NO! Vuelve por favor...

Volví y me senté junto a ella en la cama. Nos comimos el desayuno y ella se fue a dar una ducha y a vestirse. Sorprendentemente en 20 minutos estaba lista, así que fuimos a ver a mi madre y a mis hermanas como Dana les había prometido.





Quiero darles las gracias a Bea y a Amaia, por su aprobación del capítulo, y a Elena, en cuya historia me he inspirado para hacer este capítulo ( http://uncuentodehadasmoderno1d.blogspot.com.es/ )